viernes, 28 de noviembre de 2008

Quién puede ser Sacerdote



¿Qué cualidades se necesitan para ser Sacerdote?

  • No hace falta ser un "super", pero sí estar con ganas de "superarse" cada día y "superar" los propios defectos.
  • Ser una persona equilibrada, que le gusta la verdad, hacer el bien y servir a los demás.
  • Tener una inteligencia normal, con capacidad para estudios universitarios.
  • Gustarle lo relacionado con Jesucristo, su Evangelio y la Iglesia.
  • Estar dispuesto a buscar la voluntad de Dios y cumplirla.
  • Prepararse durante unos años en el Seminario, adquiriendo una base suficiente de formación humana, teológica, espiritual, pastoral y comunitaria.
El candidato al sacerdocio debe ser una persona de buena salud física y psíquica; afectivamente equilibrada, con un grado de madurez acorde con su edad.

Intelectualmente capaz de realizar estudios superiores, que lo prepararán adecuadamente para responder a los retos de la sociedad moderna.

A nivel de relaciones, debe tener facilidad para entrar en contacto con todo tipo de personas, ejerciendo en medio de ellas un liderazgo al estilo de Jesús.

¿Cómo debe ser la vida cristiana del candidato?

El aspirante al sacerdocio debe ser, ante todo, un hombre de fe, es decir, alguien para quien la relación con Jesucristo ocupa un lugar central en su vida.

Esto se traduce en una vida sana y ordenada, en una práctica sacramental y de oración seria, y en una opción efectiva por servir a los demás.

¿Qué otras actitudes lo deben caracterizar?

  • Deseo de entregar toda su vida, sin reservas, al servicio del Evangelio y de la Iglesia.
  • Entusiasmo para prepararse debidamente, y para hacer convincente su trabajo.
  • Disponibilidad, generosidad y fortaleza para trabajar constantemente, y para enfrentar con tenacidad las dificultades propias de la vida sacerdotal.
  • La alegría propia de quien ha conocido a Cristo.

¿Qué debe buscar quien se acerca al camino sacerdotal?

  • Llegar a ser un sacerdote, según el modelo de Cristo, que es el Buen Pastor.
  • Servir a Cristo en su Iglesia y como la Iglesia quiere que sean sus sacerdotes.
  • Poner todas las cualidades y capacidades personales al servicio del ideal sacerdotal.
  • Alcanzar una plena realización humana y cristiana.

(Padre Loring Para Salvarte Edibesa)